2 Sabéis, en efecto, las instrucciones que os dimos de parte del Señor
Jesús.
3 Porque esta es la voluntad de Dios: vuestra santificación; que os
alejéis de la fornicación,
4 que cada uno de vosotros sepa poseer su cuerpo con santidad y
honor,
5 y no dominado por la pasión, como hacen = los gentiles que no
conocen a Dios. =
6 Que nadie falte a su hermano ni se aproveche de él en este punto,
pues el Señor = se vengará = de todo esto, como os lo dijimos ya
y lo
atestiguamos,
7 pues no nos llamó Dios a la impureza, sino a la santidad.
8 Así pues, el que esto deprecia, no desprecia a un hombre, sino a
Dios, = que os hace don de su Espíritu = Santo.
9 En cuanto al amor mutuo, no necesitáis que os escriba, ya que
vosotros habéis sido instruidos por Dios para amaros mutuamente.
10 Y lo practicáis bien con los hermanos de toda Macedonia. Pero os
exhortamos, hermanos, a que continuéis practicándolo más y más,
11 y a que ambicionéis vivir en tranquilidad, ocupándoos en vuestros
asuntos, y trabajando con vuestras manos, como os lo tenemos ordenado,
12 a fin de que viváis dignamente ante los de fuera, y no necesitéis de
nadie.
13 Hermanos, no queremos que estéis en la ignorancia respecto de los
muertos, para que no os entristezcáis como los demás, que no tienen
esperanza.